LUBINA A LA SAL Y AL HORNO

Ingredientes (4 personas)

  • Lubina de 1,5 Kg o 2 lubinas de ración de acuicultura (600 gr. Cada una). Sin tripas, sin aletas pero con escamas.
  • 2 Kg de sal extragorda, especial pescados a la sal
  • 400 g de sal fina
  • ½ vaso de agua (para mezclar la sal)
  • Opcional, aromáticos: Pimienta negra, hierbas aromáticas, aceite de oliva y limón

Elaboración

  • Hacer la costra de sal tan solo nos llevará unos 5 minutos, por lo que aprovechamos y ponemos a precalentar el horno a 200ºC en la función “calor arriba y abajo”.
  • En un bol grande mezclamos la sal gorda con la fina. Añadimos el agua y vamos removiendo con la ayuda de los dedos para conseguir una mezcla homogénea, que luego se hará compacta con el calor. Primero echamos un chorro de agua, mezclamos y luego añadimos el resto en 2 tandas más, repitiendo el proceso. Cuando cogemos un poco con la mano, apretamos y conseguimos una mezcla compacta, es que está en el punto adecuado.
  • Preparamos la base o “cama” de sal en la bandeja del horno, con ayuda de la palma de las manos colocamos una capa de la mezcla de medio centímetro de grosor (un poco menos de un dedo). Extended la suficiente para luego colocar la lubina/s con amplitud.
  • Colocamos el pescado sobre la sal, en este caso las dos lubinas, separadas con algo de espacio. Cada una de ellas debe de tener su propia costra.
  • Tapamos todo el pescado con una capa de sal bien compacta, apretando con las manos, para luego poder retirarla con facilidad. Dejamos la cola y la cabeza (a partir del ojo) al descubierto. También podéis cubrirla por completo y dejar  el ojo al descubierto (haciendo un agujero en la costra).
  • Metemos la bandeja en la parte central del horno y horneamos 25 minutos. Recordad la proporción de 20 minutos por kilo de pescado, y el truco de examinar el ojo, cuando se ponga blanco es que ya está hecho el pescado. Es importante no abrir el horno durante la cocción, ya que debemos mantener la temperatura constante para que nos salga de lujo.
  • Pasado el tiempo, sacamos del horno y retiramos sin demora la costra de sal. Con la ayuda de un cuchillo rajamos en la parte del contorno del pescado y saldrá con facilidad en pedazos grandes.
  • Colocamos las lubinas en una fuente y les retiramos la piel, que saldrá con suma facilidad. La carne tendrá una textura perfecta, tierna y sabrosa, ya que se ha cocinado en su propio jugo.
  • Para acompañarla hacemos la guarnición que más nos guste. Por ejemplo unas patatas cocidas y un sofrito de verduras (pimiento rojo y verde, cebolla y calabacín) le van de maravilla.